jueves, 29 de noviembre de 2012

El Colon Irritable Verdades y Mitos

El síndrome del colon irritable no es puramente sicológico, según se ha pensado. Después de revisar la literatura existente, el Dr. Michael Camilleri, uno de los gastroenterólogos de Mayo Clinic y autor de un artículo publicado en la revista profesional “New England Journal of Medicine”, describe un nueva forma de entender esta afección, también conocida por las siglas de SCI. El médico despide la idea de que los síntomas obedezcan a una sola causa y comenta que, en realidad, son indicativos de varios procesos de alteración motora y sensorial.

El síndrome del colon irritable es común y afecta a 10 o 20 por ciento de la población de los países desarrollados.  El síndrome del colon irritable no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas que se presentan en conjunto. Los síntomas más comunes son los cólicos, el dolor abdominal, la distensión abdominal, la flatulencia (los gases), la diarrea y el estreñimiento.

“El objetivo es entender mejor los mecanismos detrás del síndrome, a fin de así adoptar tratamientos personalizados y específicos para los pacientes que padecen el síndrome de colon irritable”, acota el Dr. Camilleri.

No se sabe claramente por qué se desarrolla el síndrome del colon irritable. A pesar de que en la situación participen factores psicológicos y una predisposición genética, el Dr. Camilleri también señala varios irritantes subyacentes que perturban la función gastrointestinal y contribuyen a los síntomas del síndrome del colon irritable, tales como la digestión de ciertos alimentos, una gastroenteritis anterior, la flora intestinal del paciente y la llegada al colon de los ácidos biliares y de los ácidos grasos que participan en la digestión de los alimentos.

“Si se logra identificar los irritantes en cada paciente, entonces se puede prevenir o revertir los síntomas”, añade el Dr. Camilleri.

El síndrome del colon irritable normalmente se diagnostica después de que un paciente presenta recurrentemente dolor abdominal o molestias por lo menos tres días al mes durante tres meses seguidos, además de cambios en la frecuencia de los movimientos intestinales o en la apariencia de las heces.

El síndrome del colon irritable puede presentarse a cualquier edad, pero generalmente empieza en la adolescencia o primeros años de la edad adulta y es el doble de común entre las mujeres que los hombres. Los estudios han demostrado que las personas con algún pariente de primer grado con síndrome del colon irritable corren más riesgo de padecerlo.


El síndrome del colon irritable puede ser una afección duradera y algunas personas se ven incapacitadas por los síntomas que reducen su capacidad de trabajar, viajar o asistir a eventos sociales. El tratamiento generalmente ayuda y entre los tratamientos comunes están los suplementos de fibra, los antidiarreicos, los anticolinérgicos, los antidepresivos, los antibióticos, eliminar los alimentos que producen mucho gas y recibir consejería.

El Dr. Camilleri ostenta el título de Profesor Atherton y Winifred W. Bean en Mayo Clinic. Declaraciones éticas: el Dr. Camilleri informa que recibe pago por su trabajo como consultor de Takeda Pharmaceuticals USA, Albany Molecular Research, BioKier, Theravance, Alkermes, ARYx Therapeutics, AstraZeneca, Domain Therapeutics, Ironwood Pharmaceuticals, Tranzyme, y NPS Pharmaceuticals; que recibe subsidios de Rose Pharma, Albireo, Tsumura, Second Genome, SK Life Science, Salix Pharmaceuticals, y Rhythm a través de su institución; que es coinventor de una patente para la aplicación entérica del ácido quenodeoxicólico para el estreñimiento; y recibe regalías de EnteroMedics por una tecnología autorizada que se relaciona con el tratamiento de la obesidad con estimulación vagal.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

La Testosterona y su Importancia en los Hombres

Los niveles de testosterona van disminuyendo con la edad y pueden causar síntomas como decaimiento, depresión y falta de deseo sexual. Ante esta situación, una posibilidad es seguir un tratamiento de reemplazo de testosterona, aunque no siempre se recomienda.

Entonces, ¿cómo puedes saber si esta es la respuesta a tu condición?

Algunos aseguran que no existe, otros en cambio la consideran algo natural que ocurre con el paso del tiempo: estamos hablando de la denominada andropausia o “menopausia masculina”, una condición que se caracteriza por una disminución en el nivel de testosterona.

 La testosterona es la hormona masculina por excelencia, responsable de las características de virilidad en los hombres. De hecho, se le conoce como la hormona masculina: la producen los hombres en los testículos y los ayuda a mantener tanto la masa muscular como la fuerza de sus músculos, además de la densidad de sus huesos. También ayuda con la distribución de la grasa en ciertas áreas del cuerpo, estimula la producción de los glóbulos rojos y de los espermatozoides y aumenta el deseo sexual.

A veces, los niveles de testosterona pueden disminuir debido a alguna medicación que estés tomando. En esos casos, habla con tu médico para que cambie la medicina, y asunto resuelto. En otras ocasiones, en cambio, la disminución del nivel de la testosterona se produce debido a la edad y al estilo de vida (hay estudios que indican que si mantienes un estilo de vida saludable y activo, el nivel de la testosterona también se podría mantener estable).

¿Cómo puedes darte cuenta si hay alguna relación entre tus niveles de testosterona y tu condición general o algún problema?

Aunque la única forma de saber si tienes bajos tus niveles de testosterona es a través de un examen de sangre que específicamente los mida, presta atención a los siguientes signos y síntomas, que no surgen de repente ni todos juntos, sino que pueden presentarse poco a poco, a medida que pasan los años (y no tienen que ser todos):
• Infertilidad • Reducción del deseo sexual
• Disminución de las erecciones espontáneas, como las que se presentan durante el sueño
• Disminución del vello púbico o del vello del cuerpo en general
• Reducción en el tamaño de los testículos • Disminución de la estatura o adelgazamiento de los huesos
• Reducción de la masa muscular y de la fuerza
 • Oleadas de calor y sudor (bochornos)
 • Depresión y tristeza
• Problemas para conciliar el sueño
• Disminución de la capacidad para concentrarse y con la memoria

Si has notado alguna de estas señales, especialmente si están interfiriendo con tu trabajo, en tu vida social o en la intimidad con tu pareja, consulta a tu médico para que te haga una evaluación y, si es necesario, que hablen de si necesitas tratamiento de reemplazo de testosterona.

Los especialistas son los endocrinólogos y los urólogos. Por cierto, a veces es necesario medir los niveles de testosterona en la sangre más de una vez (unas dos o tres veces). Es mejor medirlos en la mañana ya que los niveles de testosterona en la sangre fluctúan durante el día y en la mañana generalmente se tienen los niveles más altos.

Te quiero decir que, la razón más frecuente por la cual se receta testosterona es para el tratamiento de la deficiencia de la testosterona (lo que se conoce como hipogonadismo), cuando está baja en los jóvenes más que en los hombres mayores. La mayoría de los hombres mayores que llegan a la tercera edad, que entrarían a lo que algunos llaman “andropausia” no tienen síntomas y no requieren tratamiento.

 ¿Qué es el tratamiento de reemplazo de testosterona?

Como su nombre lo indica, es incorporar al cuerpo testosterona para reemplazar la que el organismo ya no produce o no produce en suficiente cantidad. Esto es muy distinto a los esteroides ilegales que utilizan algunos deportistas, ya que en esos casos suelen contener cantidades excesivas de testosterona frecuentemente combinadas con otras drogas que pueden ser muy dañinas.

El tratamiento de reemplazo de testosterona se puede hacer con parches o gel que se aplica diariamente en la piel o a través de inyecciones intramusculares que se aplican cada 2 o 3 semanas. En cambio, aunque existen píldoras de testosterona en el mercado, no se recomienda el uso oral (tomado) de la testosterona porque pueden dañar al hígado.

 Los efectos del tratamiento son diferentes de un hombre a otro, en algunos casos ha dado muy buenos resultados y los pacientes indican que hasta les mejora el humor y el estado de ánimo en general. En otros casos los resultados no son tan obvios. A veces, recibir reemplazo de testosterona también tiene efectos no deseados: como sarpullidos (erupción), picazón o irritación en la zona donde se aplica la hormona cuando se usan los parches o el gel, que tienen la ventaja sobre la inyección de dar niveles más homogéneos que la inyección en donde los niveles tienden a subir más y luego bajan más.

Otros efectos secundarios que pueden suceder incluyen: acné, crecimiento de los senos, aumento en los niveles del colesterol y aumento en la cuenta de glóbulos rojos, disminución en la cuenta de espermatozoides (esto sería especialmente importante en los jóvenes en quienes podría causar infertilidad).

Siempre se deben valorar los beneficios y los riesgos de iniciar el tratamiento de reemplazo de testosterona, pero hay algunas condiciones en donde el especialista debe tener un cuidado especial, ya que la terapia con testosterona puede empeorarlas. Estas son:

 • Hipertrofia prostática benigna o agrandamiento de prostata
• Apnea del sueño
• Insuficiencia cardíaca (porque el tratamiento con reemplazo de testosterona puede hacer que se retenga líquido) Una condición que muchos especialistas consideran como una contraindicación para dar tratamiento de reemplazo con testosterona es la siguiente:
 • Cáncer de la próstata. Esto se debe a que la testosterona puede estimular el crecimiento del cáncer. O sea, se piensa que el tratamiento no lo causa pero si acelera su crecimiento.

Algo muy importante, no hay evidencia científica que indique que la terapia con testosterona en los hombres que tienen niveles dentro de los límites normales es benéfica. Y, mientras puede tener riesgos, los estudios no indican que mejore su fuerza muscular, su masa muscular ni su rendimiento físico. Por eso sólo hay que usarla si se necesita y baja supervisión médica.

¿Has notado cambios de humor recientemente, ha disminuido tu deseo sexual, te sientes cansado con facilidad?

Pues como dice el dicho, “los años no viene solos”. Por eso, tal vez sea el momento de hacer una consulta con tu médico, con confianza y sin vergüenza. ¡Anímate!, y no te rindas ante el temor ni la depresión, que siempre hay algo por hacer, cuando de mejorar y sentirse bien se trata.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Lo que debe saber sobre la Depresión, el Estrés y la Ansiedad

Muchas personas se preguntan que es depresión y cuáles son los síntomas del stress, y esperan una respuesta rápida y sencilla. Sin embargo la respuesta a esta pregunta es más compleja de lo que uno se puede imaginar.

La depresión, el estrés y la ansiedad son palabras que escuchamos todos los días por que vivimos en un mundo que va a gran velocidad y tiene repercusión en nuestra salud física y mental. Para entender que son estas condiciones primero es necesario entender el concepto de Salud Mental.

La Organización Internacional de la Salud (OMS) define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de enfermedades.

En este sentido, la salud mental es parte fundamental de una vida sana, y más si se define, como lo hace la OMS, “como el estado de bienestar en el cual el individuo desarrolla sus propias habilidades, puede hacer frente a las tenciones normales de la vida, y puede trabajar de manera productiva y provechosa tanto para él como para su comunidad.

En algún momento todos podemos sentirnos incapaces de superar alguna situación y posiblemente eso nos genere tristeza, depresión, stress, ansiedad. Pero cuando estas conductas se vuelven permanentes, repetitivas o críticas al punto que interfieren con nuestra vida cotidiana, podemos hablar de una Enfermedad Mental.

En Estados UnIdos, las enfermedades mentales afectan a una de cada cinco familias, y se estima que de las 300.000 personas que se quitan la vida anualmente en este país el 90% presentaba alguna enfermedad mental.

La depresión, el estrés, y la ansiedad son las tres enfermedades mentales mas comunes

Que es la Depresión?

Cuando las cosas no salen como queremos, cuando sufrimos una pérdida importante o pasamos por un mal momento, es normal que nos deprimamos. La tristeza, la falta de ánimo o sensación de soledad son respuestas comunes a los reveses de la vida.

Además son emociones que nos recuerdan que sentimos, que somos más que carne y hueso, que estamos vivos.

Pero cuando esos sentimientos duran más del tiempo normal y se vuelven cada vez más fuertes, que a duras penas los puedes soportar, entonces ya deja de ser normal y se convierte en una enfermedad conocida como Depresión Severa o clínica. Esta es una enfermedad que puede afectar seriamente tu vida diaria, tu trabajo, tus relaciones con los demás y hasta tu salud física, especialmente cuando la dejas avanzar sin buscar ayuda y sin recibir tratamiento. Incluso a muchos los lleva a caer en adicciones o pensar en suicidio.

Síntomas emocionales
  • Tristeza y sentimientos  de “vacio” permanentes
  • Desasosiego y ansiedad
  • Inseguridad extrema y dificultad para tomar decisiones, hasta  con los asuntos más simples de la vida
  • Cambios de ánimo repentinos y extremos pasando de la euforia al llanto  inexplicablemente
  • Sentimientos de culpa
  • Irritabilidad, enojo, frustración
  • Autoestima baja y pesimismo: el sentir que no eres bueno para algo, o que te no te sucede nada bueno
  • Perdida de interés para hacer las cosa que te gustan
  • Problemas para concentrarte y mala memoria a corto plazo
  • Ideas de hacerte daño o pensamientos suicidas
Síntomas físicos
  • Alguno de los dos extremos del sueño: insomnio y dificultades para dormirse o, por el contrario dormir en exceso
  • Fatiga y cansancio durante el día, falta de energía, debilidad y agotamiento
  • Comer en exceso y aumento de peso, o por el contrario ,falta  apetito y pérdida de peso
  • Disminución del deseo sexual
  • Dolores recurrentes de cabeza de espalda, de estomago , que no se curan fácilmente con tratamiento
  • Problemas digestivos
Health@Life

viernes, 9 de noviembre de 2012

Ya no veo como antes; Que tendré? Serán cataratas?

¿Has notado que se te nubla la visión, y se te dificulta leer, coser o conducir un auto, sobre todo de noche?

Es posible que tengas cataratas. Pero no te asustes: el remedio definitivo suele ser una cirugía muy sencilla.
¡Qué importante es la vista!  Cierra los ojos y trata de hacer cualquiera de las tareas diarias, por sencilla que sea. Te darás cuenta de lo que tenemos y a veces ignoramos o descuidamos: ¡una visión a toda prueba!

La edad, los hábitos y hasta ciertas enfermedades van dañando con el tiempo nuestra capacidad de ver a un 100% y contribuyen a la formación de cataratas, por eso se te va dificultando el enhebrar una aguja, leer o conducir.

¿Sabes qué es una catarata?
La catarata ocurre cuando el cristalino del ojo se vuelve opaco. El cristalino, que es normalmente transparente y está formado mayormente por agua y proteína, se encuentra detrás de la pupila (el orificio circular en el centro del iris) y del iris (es la membrana circular de color azul, verde, gris o marón (café) que rodea a la pupila), y su función es ayudar a enfocar la luz y la imagen en la retina (que es un tejido sensible a la luz que se encuentra en la superficie interior del ojo). La retina envía la imagen al cerebro en forma de señales nerviosas. La catarata puede ocurrir en uno de los ojos o en los dos, pero no se pasa de un ojo a otro.

Cuestión de edad…

Generalmente, las cataratas tienen que ver con la edad. A los 80 años, la mayoría de las personas padecen de cataratas o ya se han operado de ellas. Cuando la catarata es causada por la edad, puede desarrollarse de dos formas: la proteína al acumularse reduce la agudeza de la imagen que llega a la retina, o el cristalino cambia poco a poco a un color marrón (café) amarillento, dándole a la visión un tinte oscuro.
cristalino está formado por agua y proteína. En el primer caso, cuando la proteína se acumula, se opaca el cristalino y se reduce la luz que llega a la retina, causando visión borrosa. La mayoría de las cataratas relacionadas con la edad se producen de este modo. Si la catarata es pequeña afecta sólo una pequeña parte del cristalino, y es posible que al principio no notes cambios en tu visión. Pero como tiende a crecer lentamente, la visión va empeorando poco a poco. Con el tiempo, el área nublada va aumentando de tamaño y la visión se torna borrosa.

En el segundo caso, la catarata causa que, con la edad, el cristalino tome un color marrón amarillento. Al principio, no causa problemas en la visión, pero con el tiempo la lectura y otras actividades se hacen más difíciles. La decoloración del cristalino no afecta la agudeza de la imagen transmitida a la retina, pero cuando la catarata está muy avanzada se pueden confundir ciertos colores y se dificultan muchas actividades cotidianas.

Ten en cuenta los factores de riesgo

Aunque el riesgo de las cataratas aumenta a medida que envejeces, hay otros factores que debes considerar:
  • Algunas enfermedades, como la diabetes.
  • Tu estilo de vida (si fumas o bebes alcohol, tienes más riesgos).
  • Factores ambientales,como la exposición prolongada a los rayos ultravioleta.
  • Lesión física o química en el ojo.
Cuando las cataratas llegan, ¡se hacen sentir!
Estos son los síntomas más comunes que irán aumentando en intensidad con el paso del tiempo:
  • Visión nublada o borrosa y mala visión nocturna.
  • Resplandor en la vista. Los faroles, las lámparas o la luz solar parecen demasiado brillantes o se ve un halo alrededor de las luces.
  • Visión doble o imágenes múltiples en el ojo.
  • Necesidad frecuente de cambiar la graduación de las gafas, lentes o anteojos.
Cuando se presentan uno o varios síntomas, es hora de acudir al especialista (oftalmólogo) para una revisión de tus ojos. Hay varios exámenes que ayudan a determinar si los problemas con tu visión o tu vista se deben a una catarata. Estos son:
  • Prueba de la agudeza visual. Se mide la visión a varias distancias.
  • Examen con dilatación de la pupila. El oftalmólogo (el médico especializado en los ojos) te dilata la pupila, y usa una lupa especial para examinar la retina y el nervio óptico, para examinarlos en detalle y evaluar si hay problemas.
  • Tonometría. Se mide la presión dentro del ojo.
Al inicio de la catarata, puede mejorarse la visión con lentes nuevos, usando luces más brillantes, lentes para el sol o una lupa. Si la visión no mejora, la cirugía es el único tratamiento efectivo.
La cirugía: ¿cuándo es necesaria?

Es necesaria si la pérdida de la visión interfiere con las actividades normales, como conducir, leer o mirar la televisión, o cuando impide el examen o el tratamiento de otro problema ocular, como la degeneración macular o la retinopatía diabética. Generalmente, la catarata no causa daños a largo plazo para el ojo ni aplazarla empeora la catarata. Consiste básicamente en remover el cristalino opaco y reemplazarlo por un lente artificial, llamado lente intraocular.

Así que si tienes problemas de visión en tus actividades diarias y sospechas que podrían deberse a cataratas, ve al especialista para determinarlo o definir qué es. Si son cataratas, tal vez no necesites cirugía, pero si tu oftalmólogo te sugiere la cirugía, recuerda que la operación es sencilla, habitualmente segura en manos de un cirujano calificado y con experiencia, y muy efectiva. Se usa anestesia local o gotas anestésicas, toma poco tiempo y no requiere hospitalización. Y algo más: en el 90% de los casos, el paciente tiene una mejoría significativa en su visión. Y, como siempre digo, si tienes dudas, pide una segunda opinión.

No hay razón para vivir con molestias e impedimentos que tienen una solución sencilla, así que… ¡dile adiós a tu catarata!